Inspirar para conseguir resultados excelentes

De todos los métodos que conozco para conseguir los resultados esperados con el equipo que tienes, sólo con uno me he sentido completamente satisfecho: Inspirando a otros.

Es un tema de confianza

Y es que cuando inspiras a otras personas es que te has ganado su confianza. Y la gente trabaja mucho mejor. Y los resultados son asombrosos.
Pero resulta que la confianza es eso que tarda tanto en construirse y que se esfuma con una rapidez pasmosa. Por eso cuesta, no sólo conseguirla, sino mucho más conservarla. Para conservar la confianza hay que dar ejemplo, hay que ser coherente, hay que ser consistente, hay que demostrar interés legítimo en las personas, hay que estar para los otros, a su servicio.

[Tweet «Para conservar la #confianza hay que dar #ejemplo»]

Si algo de esto se quiebra, la confianza se pierde, y con ello la inspiración que se generaba, entonces las personas pasan a modo automático. Algunos de ellos se quedan a tu lado esperando que vuelva la magia de aquel momento. Pero sólo un milagro, es decir, que vuelvas a dar ejemplo, que demuestres interés, etc, puede hacer que no acaben marchándose.

Inspirar para conseguir resultados excelentes

«Si, ¡lo quiero!»

Y es que hoy las personas se enamoran de sus proyectos, pero se casan con ellos cuando creen en las personas que los dirigen. Con el tiempo y la posibilidad que te dan las tecnologías y las redes de conocer otros proyectos para trabajar, se va a ir incrementando la capacidad de decidir en los proyectos en los que uno quiera trabajar.

[Tweet «Ya está muerto el concepto de un único trabajo para toda la vida #UnSoloTrabajo»]

Es anacrónico, no es verdad que demuestre fidelidad sino comodidad, y por tanto está desapareciendo para bien de empleadores y empleados. Y eso va a permitir dos cosas:

  1. Que las decisiones de cambio se mediten con más liviandad porque no son para siempre, y
  2. Que se investigue antes quiénes son los líderes de los proyectos. Hace años era muy difícil conocer a las personas y sus trayectorias; hoy sólo basta con teclear su nombre en Google y buscar referencias. El líder hoy está obligado a ser inmaculado. No sólo por su gente y su presente. Sino por su futuro y lo que quiera conseguir en él.

El resto de formas con las que he visto conseguir resultados: la coerción, la imposición, la amenaza, la obligación, el miedo, son métodos ciertamente exitosos en el pasado, pero llamados a poner de manifiesto la incapacidad y mediocridad de quienes los emplean como único método para conseguir sus resultados.

A mí no me cabe duda de que funcionan y dan excelente resultados en el corto plazo, pero en el largo sólo producen colaboradores incapaces de tomar decisiones por sí solos, dañados emocionalmente, estresados sobremanera por ser conscientes de estar traicionando aquello que piensan sólo por mantener su sueldo.

[Tweet «El trabajo bajo imposición produce #colaboradores #incapaces»]

Aunar las voluntades

Por eso, conseguir aunar las voluntades de quienes trabajan en el proyecto, hacer que estimulen a otros a unirse, conseguir de ellos la milla extra sin que haya que pedirla, hacer que trabajen el doble cuando tú no estás, que asuman responsabilidades aunque se equivoquen sin miedo a represalias, sin tener que andar pidiendo autorización para cada cosa de su área de expertise, nos garantiza no sólo el compromiso, sino el éxito.

Buena semana!!!!

Más para leer

Interacciones con los lectores

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *