¿Y en su empresa? Hoy el post va de preguntas. Lejos de querer meterme en un «jardín» innecesario, me hago eco de esta noticia publicada estos días en el Economista para la reflexión general.
Al parecer, y según la misma, ni los jugadores ni la directiva compartirían sus meticulosos métodos. De los jugadores dice que comentan: «esto parece un cuartel», «el trabajo se ha convertido en un coñazo infumable». En cuanto a los directivos, la fuente asegura que apuntan: «el tacticismo de Benítez está matando» a unos jugadores que terminan las sesiones «con caras largas» y «esperando que no llegue el día siguiente».
¿Cómo gestionar a un grupo de gente talentosa en tu empresa? ¿Cómo lo hace Google, Facebook, LinkedIn, quienes también tienen grupos de galácticos jóvenes y multimillonarios en sus filas? ¿Puedes ser que la exposición mediática que tiene el fútbol no ayude al entrometerse en el trabajo del entrenador, del jefe?
Un equipo de fútbol, de baloncesto, de ciclismo, no es muy distinto a cualquiera de los que tenemos en el trabajo. Y un entrenador es muy parecido a lo que supone un jefe en una empresa tradicional. Por eso, las enseñanzas que del deporte se pueden obtener para el mundo de la empresa son muchas. Pero volvamos a nuestras preguntas: ¿Está de acuerdo con que un modelo de dirección imperativo, dando instrucciones cada poco, con un toque personal inamovible, dará buenos resultados a este equipo? ¿Y al suyo? ¿Cómo gestionar a sus “figuras” en la empresa? ¿Cómo enseñar a quien tiene más experiencia que tú en lo suyo? ¿Habrá sólo que apoyarles y ayudarles a gestionar sus áreas de mejora? ¿Es mejor ser invasivo? o mantenerse al margen y dejar hacer… ¿Y si los resultados no llegan? ¿No es mejor mantener el estilo propio y si hay que caer se hace con convencimiento? ¿Hay líneas rojas que no se deben cruzar con jugadores/colaboradores experimentados y previamente exitosos? ¿Cuáles son?
¡Se abre el fuego! ¿El premio? Ayudar al bueno de Benítez, si es que necesita alguna ayuda….
Buena semana!
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